Todo tiene un precio. Algunas cosas son más caras que otras: una casa es más cara que un coche, un coche es más caro que un teléfono, y así sucesivamente. Sin embargo, el costo de una educación a menudo supera todos los costos significativos en la vida de una persona, llevándola a gastar enormes cantidades de dinero y a endeudarse enormemente. ¿Todo esto para qué? ¿Para tener un futuro mejor? Este sistema es completamente injusto y solo impide que una persona logre el éxito. En otras naciones prósperas, la educación tiene un costo muy bajo o incluso ninguno. Finlandia, Noruega y Suecia ofrecen universidades gratuitas. Esto permite una sociedad más educada e igualitaria, con menos disparidad entre ricos y pobres.
Aunque la educación en general no debería tener un costo, los exámenes de Advanced Placement (AP) de College Board deberían ser gratuitos y fáciles de completar para los estudiantes de secundaria. College Board afirma ser una organización sin fines de lucro, pero cobra cientos de dólares. Dicen que intentan ayudar a la población a ahorrar dinero otorgando créditos universitarios, pero las tarifas mismas tienen un precio que muchos estudiantes de secundaria no pueden pagar. En 2024, la tarifa de cada examen es de $99. Si bien es cierto que se puede calificar para tarifas reducidas si se cumple con ciertos requisitos, como recibir almuerzos gratuitos u otras políticas, sigue siendo una mala práctica. Algunas personas pueden estar justo por encima de los requisitos para calificar y no poder tomar el examen solo porque sus padres ganan un poco más que el umbral establecido. El sistema actual puede limitar la cantidad de exámenes AP que una persona puede tomar debido al alto costo de las tarifas. Incluso si un estudiante desea seguir un horario más riguroso, es posible que no pueda pagar varias tarifas de exámenes de colocación avanzada. Las personas que desean aprender sobre diversas materias, como ciencias, historia o matemáticas a nivel avanzado, pueden verse obligadas a elegir entre ellas. Esto crea un sistema en el que solo aquellos que pueden pagar varios exámenes pueden acceder a cursos más desafiantes. La educación no debería tener una etiqueta de precio tan alta en una sociedad democrática. La naturaleza humana considera que las personas son naturalmente curiosas, por lo que es injusto inhibirlas. Fomentar una sociedad llena de personas educadas permite la innovación, una mejor comunidad y una economía más fuerte. Todas estas grandes ideas y prácticas surgen de un paso sencillo, un paso que solo se ve obstaculizado por el costo. Hay más cosas que definen la vida de una persona que su estatus económico, y sin embargo, eso es lo que la mayoría de las personas considera más importante. Muchas personas están luchando por sobrevivir y no pueden permitir el lujo de gastar su poco dinero o tiempo en la educación. La educación no debería ser un lujo, sino un derecho. Si los estudiantes desean tomar varios cursos de Advanced Placement de College Board, no deberían tener que luchar para poder pagarlos. Aprender es mejorar la vida y ponerle un precio a eso no solo es impráctico, sino injusto.